Como bien se sabe, el tabaquismo es una de las causas de cáncer y es responsable de 1 de cada 3 muertes por cáncer al año. Aunque se conocen los efectos nocivos de fumar, se subestiman los daños ocasionados por seguir fumando tras el diagnóstico de cáncer. Si los pacientes y sobrevivientes al cáncer siguen fumando, verán resultados adversos en el tratamiento, entre ellos, aumento del índice general de mortalidad, del índice de mortalidad por cáncer, del riesgo de tener un segundo cáncer primario y aumentos considerables de la toxicidad del tratamiento contra el cáncer. Los efectos clínicos de fumar tras el diagnóstico de cáncer también repercuten considerablemente en los costos del tratamiento contra el cáncer. Dejar de fumar tras el diagnóstico de cáncer puede mejorar los resultados del tratamiento; sin embargo, la mayoría de los pacientes con cáncer que tienen ese hábito, no lo dejan al recibir el diagnóstico y siguen fumando durante el tratamiento. Desafortunadamente, los proveedores de atención de salud no suelen cooperar de forma proactiva ni les brindan asistencia a sus pacientes para ayudarlos a dejar de fumar. Las encuestas que se realizaron entre los miembros de IASLC indican que, aunque la mayoría de los profesionales en atención de salud reconocen que fumar causa resultados adversos, cerca del 90 % les pregunta a los pacientes si fuman, el 80 % les aconseja que dejen de fumar y solo unos cuantos les ofrecen asistencia directa para abandonar este hábito. Hay una necesidad clara e insatisfecha de abordar el tabaquismo en pacientes con cáncer. El diagnóstico de cáncer es un “momento de aprendizaje” que les brinda a los profesionales en atención de salud la mejor oportunidad para hablar con los pacientes sobre la adicción a la nicotina y la toma de decisiones compartida. Si se aborda mejor el tema de dejar de fumar al momento del diagnóstico de cáncer y se realiza una intervención activa, es posible que los pacientes tomen más medidas para abandonar este hábito.
Con el fin de reconocer que dejar de fumar tras el diagnóstico de cáncer es sumamente importante, el IASLC recomienda implementar las siguientes medidas:
· A todos los pacientes con cáncer se les debe preguntar si fuman y darles consejos sobre los beneficios de dejar de fumar.
· En el caso de pacientes que sigan fumando tras el diagnóstico de cáncer, se debe implementar la asistencia para dejar de fumar basada en evidencia de forma integral y rutinaria en la atención multidisciplinaria del cáncer, dirigida tanto a los pacientes como a sus familiares.
· Los programas educativos con respecto al control del cáncer deben incluir capacitación relacionada con técnicas para dejar de fumar, comunicación empática relacionada con los antecedentes de tabaquismo y sus intentos por dejarlo y el uso de recursos para dejar de fumar basados en evidencia.
· La asesoría y el tratamiento para dejar de fumar deben ser servicios reembolsables.
· Saber si la persona fuma o no, tanto al inicio como durante un estudio, debe considerarse como un dato obligatorio en todos los estudios clínicos prospectivos.
· Los ensayos clínicos de pacientes con cáncer deben considerar el uso de diseños que también puedan determinar las intervenciones más eficaces para dejar de fumar.